Bermejo, desplaza a Yacuiba en las preferencias de los "tours de compras".

04/01/2009

Aseguran que los recurrentes piquetes sobre la ruta 34 son la principal causa del cambio de corredor.

En San Ramón de la Nueva Orán más de una voz se levantó durante las fiestas de fin de año para advertir que esa ciudad, "por la inacción de las autoridades competentes", se convirtió en un "verdadero centro de acopio de mercadería contrabandeada" desde Bolivia que luego llega a distintos puntos del país en colectivos de larga distancia.

Es que los vecinos y comerciantes de Orán sostienen que "es imposible que los movimientos para el contrabando de mercaderías puedan pasar inadvertidos para las autoridades cuando cualquier persona, que no tiene nada que ver con los controles, se da cuenta y los ve". Al respecto, el intendente de Orán, Marcelo Lara Gross, señaló que ese Municipio tiene facultades para "controlar el transporte dentro de la ciudad", como así también para sancionar "el estacionamiento de colectivos en espacios indebidos", ya que éste debe efectuarse en puntos determinados por la comuna hasta tanto vuelva a contarse con la terminal.

Lara Gross dijo que también le cabe al municipio competencia en relación con la basura -bolsas, envases de plástico, cartones, cajas- que queda esparcida en la vía pública como resultado de los movimientos de contrabando. "Ya impartí indicaciones a los responsables de cada área para que se controlen estrictamente todas estas situaciones", afirmó el jefe comunal, quien se contactaría en estos días con autoridades de organismos competentes de la Provincia y la Nación para analizar las implicancias del nuevo escenario planteado en Orán. "Centenares de personas llegaron desde distintas provincias en las últimas dos semanas con la única finalidad de realizar actividades comerciales apartadas de la ley", denunció un comerciante local, tras remarcar que "los contrabandistas que antes invadían Salvador Mazza ahora prefieren Orán y Aguas Blancas". Los oranenses atribuyen esta situación no tanto a la menor distancia existente por la ruta nacional 50 hasta la línea fronteriza con la ciudad boliviana de Bermejo, como sí a la presencia constante de piqueteros que obstaculizan el desplazamiento de los llamados "tours de compras", hacia la ciudad boliviana de Yacuiba, por la ruta nacional 34. En tal sentido, se hizo notar que, meses antes de que se derrumbara el techo de la terminal de ómnibus de Orán, ya se veía en esa zona de la ciudad, al caer la noche, como decenas de pasadores llegaban con las cargas a ese predio, donde la mercadería de contrabando era luego repartida y entregada a sus compradores, quienes finalmente las cargaban en colectivos alquilados para ese efecto.

Luego del colapso de la terminal, estas operaciones se concentraron en un sector descampado utilizado como playa de camiones por su cercanía con la ruta nacional 50. Allí, sin embargo, comenzaron a ser atacados por pandillas de barrios de la zona que tomaban por sorpresa a los contrabandistas y les arrebataban todo lo que podían. Actualmente, la distribución se realiza en predios pertenecientes a instituciones del medio que -según advirtieron- "corren el riesgo de quedar pegadas en caso de que se detecten sustancias del narcotráfico entre la mercadería contrabandeada". Allí confluyen cada día no menos de una docena de colectivos de larga distancia y una considerable cantidad de pasadores que, al anochecer, llegan con pesados bultos y grandes mochilas sobre sus espaldas. A ellos se suman taxis, remises y vehículos utilitarios también cargados con productos de contrabando. Cómo funciona el sistema de compra Los "turistas" hacen sus compras en Bermejo (Bolivia) al por mayor, lo que perjudica a los pobladores de Orán que gozan del sistema de Tránsito Vecinal Fronterizo. Cuando los comerciantes argentinos cierran trato, entregan la mercadería a los pasadores que ya tienen contratados y que acondicionan a un costado del camino los bultos que puedan cargar sobre sus espaldas. Cuando el Bermejo lo permite, vadean el cauce caminando por los sectores menos peligrosos. Luego, todos convergen en un mismo punto de la ruta nacional 50, para descargar y evitar los controles de Aduana y Gendarmería, aunque todo ese movimiento es apreciable de cualquier forma. En Aguas Blancas hay lugares emblemáticos como "la cueva" (cerca de las cabinas telefónicas) y "el puerto" (próximo a la iglesia del pueblo).   Fte el tribuno.com

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