Recomendaciones para evitar complicaciones en la salud debido a las altas temperaturas

25/01/2019

Las altas temperaturas de esta época del año aumentan las probabilidades de padecer deshidratación y contraer algunas enfermedades, especialmente los bebés, niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Entre las patologías más comunes, se cuentan las intoxicaciones, diarreas y síndrome urémico hemolítico.

Por tal motivo, en la prevención es muy importante el cuidado en el manejo y consumo de alimentos, conservar la cadena de frío y evitar la exposición de las comidas al calor, para que no se deteriore su calidad.

Deshidratación

Este cuadro ocurre cuando se pierde más líquido del que se ingiere, lo que ocasiona que el organismo no cuente con suficiente agua y otros fluidos para llevar a cabo sus funciones normales.

Toda persona puede deshidratarse, pero es más peligroso en bebés, niños y adultos mayores y las causas más frecuentes suelen ser diarreas y vómitos. La actividad física intensa que no se acompaña con la suficiente ingesta de agua también puede provocar deshidratación.

Para evitar que el cuerpo se deshidrate, en épocas de altas temperaturas se recomienda tomar más líquido de lo habitual, aunque no se sienta sed; evitar bebidas azucaradas y con alcohol; llevar siempre una botella con agua; acompañar las comidas con agua fresca. Se recomienda ofrecer agua en forma frecuente a niños y adultos mayores.

Enfermedades diarreicas

Una diarrea se puede originar por múltiples causas, entre las que se cuentan la falta de higiene o higiene deficiente y la ingestión de agua o alimentos contaminados.

Si un niño presenta diarrea se debe consultar de inmediato a un médico, ofrecerle abundante líquido para evitar que se deshidrate y si es lactante, no interrumpir la lactancia.

Síndrome urémico hemolítico

Es producido por la bacteria llamada escherichiacoli y afecta principalmente a niños menores de cinco años. El principal síntoma es la diarrea con sangre. Los niños suelen orinar poco, presentar palidez, irritabilidad y pueden tener convulsiones.

La enfermedad se contrae por consumir agua o alimentos contaminados con la bacteria, como carne vacuna mal cocida, especialmente la picada o molida, productos lácteos o jugos sin pasteurizar y verduras crudas mal lavadas.

La bacteria también puede ingresar al organismo por falta de higiene o higiene deficiente de manos al manipular alimentos.

Se debe poner atención a los siguientes síntomas en niños y acudir de inmediato al establecimiento de salud más cercano: diarrea con sangre, orina escasa, vómitos, palidez.

Medidas simples de prevención

Las carnes deben cocinarse completamente, hasta que no se vean partes rojas o rosadas, especialmente las picadas o molidas. Se debe evitar el contacto de carne cruda con otros alimentos.

Lavar con agua y detergente utensilios, tablas y mesadas que se hayan usado para cortar carne cruda antes de usarlos para cortar otros alimentos. Lavar bien frutas y verduras crudas. Utilizar siempre agua segura para beber, cocinar e higienizarse.

La leche, productos lácteos y jugos deben ser pasteurizados y conservarse en heladera. Las mamaderas deben esterilizarse en forma diaria. Los alimentos que se guarden deben disponerse en recipientes tapados y en la heladera.

Lavado de manos

Un correcto lavado de manos debe hacerse con agua potable y jabón, para eliminar gérmenes. El frotado debe hacerse por un mínimo de 20 segundos, abarcando muñecas y espacios entre dedos. Enjuagar con abundante agua y secar con toalla limpia o papel descartable.

Se debe lavar las manos después de usar el baño o cambiar pañales, antes de comer, después de manipular basura o desperdicios, antes y después de tocar alimentos y/o amamantar, luego de haber tocado dinero, llaves, pasamanos, animales, al regresar de la calle, trabajo o escuela.

Agua segura

Para que al agua sea segura no debe contener gérmenes ni sustancias tóxicas que puedan afectar la salud. Se debe usar para beber, hacer hielo, lavar alimentos, preparar infusiones, lavarse los dientes, cocinar, higienizarse.

Si el agua no es potable, como la que se obtiene de pozo, aljibe, acequias, ríos, se la puede potabilizar colocando dos gotas de lavandina por cada litro de agua, esperando 30 minutos para consumirla.

También se la puede hervir durante tres minutos y dejarla enfriar tapada. Si está muy sucia, antes de potabilizarla se la debe filtrar pasándola a través de una tela limpia para retener impurezas.

Para guardarla, utilizar bidones u otros recipientes limpios y con tapa, preferentemente de plástico y con pico o boca que permita sacar agua sin meter vasos u otros recipientes que la puedan contaminar. El almacenamiento debe estar lejos del suelo y fuera del alcance de animales.

Al vaciarse los recipientes en los que se almacenó agua, se los debe lavar con agua y lavandina y enjuagar bien antes de volver a usarlos.

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