El presidente de la Nación, Alberto Fernández, y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, anunciaron la promulgación de la Ley de Cannabis Medicinal y Cáñamo Industrial. La nueva legislación busca crear 10.000 puestos de trabajo en los próximos 10 años, 500 millones de dólares en ventas al mercado interno y 50 millones de dólares de exportación.
El primer mandatario, remarcó: “estamos poniendo en marcha una ley que fue el resultado de un gran consenso”, y destacó que “detrás de esta ley va a haber una industria que produzca, que dé trabajo, que traiga dólares, pero fundamentalmente que sane”.
“Empezamos a escuchar a unas madres que con el cannabis hacían aceite, que hacían a sus hijos la vida más llevadera”, destacó el Jefe de Estado. Y agregó: “Comenzamos a prestar atención y hoy estamos ganando otra batalla contra la hipocresía", a la vez que celebró el trabajo para impulsar la ley de las diputadas nacionales Carolina Gaillard y Mara Brawer, presentes en el acto.
El ministro Kulfas expresó: “Estamos muy contentos porque a partir de la promulgación de esta ley se inaugura una nueva industria en Argentina, la industria nacional de cannabis para uso medicinal y cáñamo para uso industrial. Están absolutamente probadas las capacidades terapéuticas del cannabis y están demostradas, hace siglos ya, las capacidades del cáñamo como un insumo industrial y esta ley trae una respuesta a estas necesidades y crea oportunidades”.
“A partir de ahora, vamos a tener el marco adecuado para poder producir en escala con calidad y trazabilidad, generar desarrollo regional porque es una industria que va a tener presencia en diferentes lugares de Argentina, una industria que va a tener una fuerte presencia de PyMEs, de cooperativas, de emprendedores, dando oportunidades de trabajo”, agregó el ministro. Y agregó que “esta es una industria en la que prevemos que, en un lapso de tres años, puede crear aproximadamente 10 mil nuevos puestos de trabajo de calidad, poniendo en valor las redes científicas en el país”.
Además, el ministro agradeció “a tanta gente que trabajó para que esto fuera posible, al Presidente que tomó la decisión indiscutida de poner en el centro de la escena a la producción y al trabajo argentino y a la lucha de Mamá Cultiva, que abrieron un camino que hoy empieza, uno nuevo de darle escala, volumen y generar oportunidades para todos y todas, una oportunidad del acceso a la salud, pero también al acceso al bienestar económico, al empleo y al desarrollo nacional”.
Del evento también participaron la fundadora de Mamá Cultiva, Valeria Salech; el presidente de la Cámara Argentina del Cannabis, Pablo Fazio; el presidente de Agrogenética Riojana, Benjamin Enrici; el secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, Ariel Schale; el secretario de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores, Guillermo Merediz; y el titular de la Unidad de Gabinete de Asesores del Ministerio de Desarrollo Productivo, Alejandro Sehtman.
El potencial económico para el desarrollo de la actividad del cannabis medicinal y el cáñamo industrial para el año 2025 se proyecta en 10.000 nuevos empleos (con un alto porcentaje en I+D+i), US$500 millones en ventas al mercado interno anuales y US$50 millones de exportación anuales.
En el mundo existen 50 países con algún tipo de legalización de su uso medicinal e industrial, como Israel, Canadá, y Estados Unidos, líderes a nivel global. Se estima que el mercado internacional proyectó para 2024 US$ 42.700, lo equivale a 10 veces superior a una década atrás.
La ley, aprobada por la Cámara de Diputados el 6 de mayo pasado, promueve mecanismos de autorizaciones para los productores y comercializadores, y estrategias de seguridad, fiscalización y trazabilidad en la cadena. El objetivo es brindar un marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal y complementar la actual legislación, la Ley 27.350, que autoriza el uso terapéutico y paliativo del cannabis. En el caso del cáñamo industrial, apunta a legalizar los eslabones productivos, los de comercialización y sus subproductos.
Entre los beneficios de la legislación para el conjunto de la sociedad está la oferta de este producto medicinal para garantizar mejor acceso a la salud; la creación de puestos de trabajo directo e indirecto; el aumento de las exportaciones; las oportunidades para el desarrollo productivo de varias provincias y la reconversión del sector tabacalero; el desarrollo de nuevos proveedores, tanto desde el desarrollo genético, el agro 4.0, el equipamiento tecnológico y productos fitosanitarios; la creación de nuevos encadenamientos productivos como el cannabis medicinal (farmacéutica, fitoterapéutica, cosmética) y el cáñamo industrial (textiles, papel, alimentos, materiales para la construcción, entre otros).
Además, se creará la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME) la que tendrá entre sus funciones regular, administrar y fiscalizar toda la cadena productiva de cannabis y cáñamo. También la de otorgar y administrar autorizaciones para producción y comercialización, con especial atención a PyMES, cooperativas y economías regionales.
La agencia estará compuesta por los ministerios nacionales de Desarrollo Productivo; Salud; Agricultura, Ganadería y Pesca; Ciencia, Tecnología e Innovación; y Seguridad. Será asistida, en tanto, por el Consejo Federal compuesto por todas las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Argentina, que cuenta con una robusta red de investigación científica y con un entramado de laboratorios públicos y privados, tiene actualmente unas 22 iniciativas provinciales y 80 municipales.