"Nuevos productos y mercados con trigo sarraceno"

09/01/2017

 

 

La experiencia de trabajo con granos del Centro Cereales y Oleaginosas del INTI (CyO) y la iniciativa de la firma agropecuaria Lipa-Hue confluyeron para el desarrollo de productos con valor agregado en base a trigo sarraceno.

Muy popular en países de Europa del Este, como Rusia, Ucrania y Polonia; de Europa Central, como República Checa; y en China; el trigo sarraceno se caracteriza por su elevado valor nutritivo, conformado por proteínas, aminoácidos que no se encuentran en muchos cereales, hidratos de carbono, vitaminas –incluida la P, muy buena para el aparato circulatorio-; magnesio, potasio, fósforo y hierro; entre otras propiedades.

Por todos estos motivos es que, tal como señala el director del CyO, Nicolás Apro, “llama la atención de la comunidad que busca y quiere consumir productos más sofisticados, más sanos”. A su vez, se trata de un alimento que puede emplearse para todas las preparaciones hechas habitualmente en base a trigo, pero en este caso sin gluten: así, las personas con celiaquía podrían demandarlo en el país.

Hay variadas posibilidades de productos con sarraceno, desde harinas integrales —cruda, pregelatinizada y texturizada— hasta almohadones rellenos con la cáscara. En el caso de Lipa-Hue, ya comercializa, con el apoyo del INTI, harinas, cereales, fideos y los mencionados almohadones, todo ello bajo la marca Olienka

En relación a la elaboración de alimentos, el titular de esta empresa de Balcarce —provincia de Buenos Aires—, Miguel Potocnik, identifica “tres nichos principales: uno que se explica por la cuestión étnica, otro relacionado a la alimentación saludable y, además, el que se compone de las personas celíacas”. Respecto del primer nicho al que se refiere, indica que hay familias con ascendencia eslava y asiática que llevan en su bagaje genealógico la costumbre por el consumo del trigo sarraceno.

El acercamiento de Potocnik al Centro CyO, con sede en la localidad bonaerense de 9 de Julio, se dio por su interés en añadir valor e industrializar ese grano no tradicional en la Argentina. Luego de realizar distintos ensayos y de obtener buenos resultados tras pelar el grano, molerlo en forma integral y pregelatinizarlo, en el INTI se obtuvieron diferentes harinas.

Al tener el Centro la planta piloto adecuada, una empresa que quiere explorar la posibilidad de industrializar su trabajo puede apoyarse sobre la institución, donde se llevan adelante los ensayos correspondientes con la tecnología adecuada. Luego de esa sinergia, una firma agropecuaria puede, con mucha más información que la que tenía antes, tomar decisiones sobre inversiones futuras. En el caso de Lipa-Hue, el INTI está diseñando la planta, que luego construirá e instalará para la firma, como parte de la transferencia tecnológica. Potocnik ya comercia con comercios, como naturistas, dietéticas e incluso con una crepperie francesa ubicada en el centro de la ciudad de Buenos Aires; también está recorriendo escuelas de gastronomía donde muestra las opciones que ofrece el trigo sarraceno.

Durante el 2016 la empresa produjo el cereal en forma tradicional, sembró 50 hectáreas de trigo sarraceno orgánico en la provincia de Entre Ríos y realizó partidas para introducir el producto en el mercado. Además, con la asistencia del INTI, se han ensayado más de 15 toneladas de granos y se están indagando herramientas de financiamiento para la instalación de una planta industrial.

A su vez, el Centro mantiene diálogo con distintas áreas gubernamentales —Cancillería, la fundación Exportar y la dirección de Promoción de Exportaciones de la provincia de Buenos Aires— a fin de impulsar el posicionamiento del trigo sarraceno y sus derivados industriales en mercados internacionales.

Agustín Vázquez - INTI Comunicación

 

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