Nico Crauzas, el juvenil de Salta Basket y una historia de superación permanente

Con 19 años, Nicolás Crauzas, es uno de los nuevos juveniles integrante de Salta Basket que desde octubre comenzará a transitar su segunda temporada en el Torneo Nacional de Ascenso (TNA). Temperamental y batallador, el salteño puede jugar de tres pero se siente más cómodo en la posición de ala pivote (4). Llegó a Los Infernales después de jugar la temporada 15/16 del TNA con la Universidad Nacional del Chaco Austral (UNCAus). El básquet, además de ser su pasión, lo ayudó a alejarse de la calle, un ámbito donde muchos adolescentes y jóvenes pasan horas, inmersos en un mundo poco favorable.

Con ganas de sumarse a Los Infernales, Pomelo, como lo llaman sus amigos, tuvo la oportunidad de integrar el equipo para la nueva temporada del TNA, una linda chance para mantenerse a un nivel de elite dentro del básquet argentino. “Estaba a punto de viajar a Córdoba para probarme en un club que jugará el Federal (Independiente de Oliva) y antes hable con Ricardo (De Cecco) y Sebastián (Saborido). Me dijeron que querían que me sume al equipo. Lo charlamos con mi papá (Pablo Crauzas, entrenador de básquet) y decidimos que sí. Además, estoy en mi casa cerca de mi familia”, resaltó el juvenil.

Acerca de las expectativas que tiene el jugador del Club Atlético Independiente de Salta capital, señala: “Son las mejores, creo que se está conformando un muy buen grupo de jugadores y personas. Estamos haciendo mucho hincapié en la parte física y me parece será un equipo que se destaque por correr mucho la cancha, eso en una competencia como el TNA termina siendo muy importante”, analiza Crauzas. Tras la pregunta si a su edad se imaginó atravesar todo lo que viene pasando y vive en materia deportiva, expresó: “No me imaginaba estar viviendo todo esto, para cualquier chico jugador de básquet haber jugado una temporada de TNA y ahora volver a ser parte de un equipo para una segunda temporada, y encima defender los colores de tu provincia, es un sueño hecho realidad”.

¿Y por qué decís que no lo imaginabas, qué pasaba antes por tu cabeza?

Estaba en otra, siendo un adolescente la verdad debo reconocer estaba en otra, nada que ver con el deporte ni el básquet. Andaba en la calle, tenía otro mambo como quien dice. A los 14 años me vine de Orán a vivir a Salta con mi papá y ese año me llaman de UNCAus para ir a prueba. Quedo y el profe Gabriel Graf me ayudó mucho, me dio una mano enorme, también lo tengo que reconocer. Me hizo estudiar y siempre me alentó para hacer lo mejor.

¿Esa primera temporada en Chaco te sirvió para dejar atrás las malas experiencias?

Me fui para la temporada 2013/2014 yo era muy chico y no la verdad que todavía seguía en otra, me terminaron cortando del equipo y me vine a Salta. Seguía pensando que lo mejor estaba en otro lugar menos en la casa o en una cancha de básquet, muy errado. Después, por cuestiones de la vida tengo una segunda oportunidad para ir a Chanco y no la desaproveche, al contrario me puse las pilas y tuvo la oportunidad de integrar el plantel del TNA. Estoy muy contento por eso y por las puertas que se me fueron abriendo.

¿Se puede pensar que el básquet te ayudó a superar una etapa dura de tu vida?

Sí, porque estaba mucho tiempo en la calle. Pero ya fue, es una etapa superada y hoy puedo decir que me saque una mochila de encima. Ahora le doy para adelante. Tuve la suerte de tener profesionales que me ayudaron a salir adelante. Esa mala vida para mí quedó en el pasado. Ahora solo quiero seguir progresando en el básquet y también en lo personal.

¿Qué le dirías a los jóvenes que quizás andan deambulando por la vida sin saber qué hacer?

La verdad que no me gusta eso de ponerme a dar consejos porque en su momento yo estuve del otro lado y no escuchaba a nadie, hacía la mía. Pero bueno, si ayuda… le diría que se pongan a entrenar, si no es el básquet que practiquen cualquier otro deporte porque sirve y mucho. Ser adolescente o joven es una etapa difícil, muchas veces pensas que te la sabés a todas sin darte cuenta de muchísimas cosas, sin darle bola a nadie y así te va. Recordar eso me da mucha pena porque todavía tengo amigos que siguen por ese camino. En caso de poder, algún día me gustaría darles una mano a mis amigos y a los chicos que lo necesiten.

¿Qué sueños tenes dentro del básquet y para tu vida personal?

Seguir adelante con el básquet hasta donde más pueda, terminar los estudios y comenzar una carrera universitaria. Tener una vida profesional no tanto ligada al básquetbol sino con alguna profesión, con un título en la mano. Eso quiero para mi vida.

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