Trasvasamiento generacional o discusión generacional?
02/02/2016
El 2016 arrancó bastante convulsionado para el peronismo orgánico ya que debe dirimir quienes serán sus autoridades para el próximo año y esto en un escenario de cambio dirigencial tanto en lo gubernamental como en el partidario.
Resulta que varios de los caudillos del peronismo debieron ceder sus gobernaciones y nombrar sucesores en sus respectivas provincias, en otras terminaron perdiendo a mano de la oposición la misma, con lo cual al no conducir sus provincias sus apetencias se ven moderadas.
Lo novedoso es que de los gobernadores peronistas la mayoría representa una generación más joven entre los que sobresale la persona de Juan Manuel Urtubey, quien se encuentra en el comienzo de su tercer mandato al frente de la provincia y con una imagen nacional ascendente, además de ser el único de los gobernadores que manifestó sus ideas de conducir el partido, aunque con esto no basta para ser la autoridad máxima del justicialismo, ya que sobre todo prima siempre el consenso con los demás dirigentes de peso dentro del PJ, lo cual lo llevaría a consensuar con algunos de los sectores más conservadores del peronismo y no tan vistos ante la opinión pública y con el mismísimo kirchnerismo que subsiste dentro del peronismo, pero también cuenta con varios partidos políticos satélites que le permitirían si quisieren no tomar postura alguna, con respecto a las autoridades del justicialismo o poner un candidato a fin de pelearlo.
Cierto es que la victoria de CAMBIEMOS en la nación y la provincia mas grande de la Argentina trajo un profundo replanteo dentro de las bases del peronismo, sobre todo en los jóvenes dirigentes que ya responsabilizan a los sectores con mayor edad del destino sufrido, y más que una transición o trasvasamiento generacional se empieza a hablar de un profundo recambio tanto en lo personal como en la forma de interpretar al peronismo, para esto hay que tener en cuenta que hay dirigentes que ocupan cargos por ya largos años y a la par van surgiendo actores y agrupaciones que no comulgan o empiezan a cuestionar su conducción.
Son varios los ingredientes que confluyen en este contexto, algunos a tener en cuenta serían la edad biológica de muchos de los dirigentes, la partida hacia la eternidad de otros y también la mala performance obtenida durante las ultimas elecciones sumado a la perdida del poder van a devenir en el presente contexto.
Sería interesante destacar que este replanteo también se trasladó a los movimientos y partidos políticos que giran alrededor del peronismo, ya sea de manera formal como informal. Quizás un recambio sumado al replanteo dirigencial es lo que la sociedad demanda al movimiento teniendo en cuenta el resultado electoral, lo cierto es que el dinamismo siempre debe estar presente en la política pero no sólo en la forma sino también en lo dirigencial, ni que hablar de los que ocurre a nivel institucional en la Argentina y el ámbito para debatir esto, es la política.
Profundizando un poco más en la incidencia del Frente Cambiemos en la discusión del peronismo es importante destacar que la tan llamada grieta crece día a día y en esto los nuevos despidos, la caída de contratos de medios con participación estatal y la persecución a quienes ingresaron de manera política pero luego de 12 años se convirtieron en planta del estado lo único que genera es el ensanchamiento de esta, que de seguir así, pronto sumara al sindicalismo y entonces la falla de San Andrés será apenas una hendija de cara a la unidad nacional.
Alejandro García Ríos
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