Opinión: #NiUnaMenos

04/06/2015

Y el almanaque marcó 3 de Junio de 2015 y el reloj indicó las 17hs, y una sociedad de pie marchó bajo la consigna #NiUnaMenos, tratando de ser la voz y en defensa de aquellas mujeres que murieron en manos de esos hombres, que mal consideraron que eran de su propiedad y equívocamente creyeron tener el derecho de dar fin a sus vidas, esgrimiendo como defensa errónea “La maté porque era mía”.

Es que en el concepto de aquellos hombres, somos cosas, factibles de ser destruidas por su propia y única decisión. Y ese concepto tendrá tal vez su origen en una sociedad que durante siglos, entre otras cosas, enseño que los “machos no lloran”. El machismo, esa cultura que hiere y mata. El violento, el maltratador, el femicida, son los eslabones más visibles en la cadena de esta cultura.

Y ellos son los fuertes, nosotras las débiles; ellos alzan la voz con insultos y ninguneo, nosotros somos pura dulzura; ellos golpean con golpes que marcan las mejillas y el alma, nosotras sumisas y calladas.

¿Quién mal te educo que como mujer era objeto de tu propiedad y todo debía soportar? ¿Quién mal me enseño que jamás debía desobedecerte?…

Los tiempos cambian, y en esa transición nuestro rol como mujer también se modificó. Ya no somos ni sumisas ni calladas; porque gritamos y peleamos ante las injusticias, defendemos nuestros derechos, luchamos por lo que nos corresponde, trabajamos, educamos a nuestros hijos, construimos nuestro hogar, soy mujer, amiga, esposa, profesional, me empodero para construir una sociedad que no tenga como pilares fundamentales ni el machismo ni el feminismo; si no que tenga como ejes el valor de las personas, el de ellos, el nuestro, el de todos.

Hoy mi lucha no es contra ustedes, hoy nuestra lucha es contra esa mala enseñanza, que nos inculcaron, a ustedes y a nosotras.

La construcción de nuestra sociedad y debe darse desde el amor y el respeto, ni ustedes son más que nosotras ni nosotras menos que ustedes, como mal nos hicieron creer. Las problemática de nuestra comunidad es responsabilidad de todos, es la lucha como hombres y mujeres; debemos enfrentar, eliminarlas depende de ambos.

Como sociedad hemos tomado conciencia que la violencia es un mal que afecta a todos, sin importar el estrato social al cual pertenecemos; ya dimos el primer paso, ahora actuemos en pos de establecer políticas sociales concretas, eficaces y eficiente que la eliminen; el trabajo es arduo, pero con compromiso lo alcanzaremos, consolidando una sociedad que realmente nos incluya a todos, comprendiendo que si eres mujer, niño, niña, joven, adolescente, adulto, anciano merecemos respeto.

Construir una sociedad equitativa, igualitaria e inclusiva no es una utopía, es el desafío que como jóvenes responsable debemos asumir, la construcción la hacemos entre todos.

Flores, Cynthia G.
Jóvenes Profesionales Justicialistas.-

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