El cabo primero Alfredo Palacios amasa cada día una cuota importante del bienestar de la tripulación. Su empeño se traduce en panes, masitas, facturas y tortas; un trabajo silencioso que realiza por las noches, mientras el buque escuela navega.
En navegación- Cada día las manos del cabo primero Alfredo Palacios, el panadero del buque escuela fragata ARA “Libertad”, preparan el pan, masitas o facturas para los 300 tripulantes. Con él trabaja el cabo segundo Jonathan Quispe, para quien la fragata es el primer destino en la Armada.
En cada atardecer, cuando la actividad del buque se va inclinando lentamente al descanso, este salteño se sumerge en la cocina principal con su equipo de mate listo y el compilado de música Yala, tradicional en el norte argentino. Allí comienza su trabajo.
Unas alacenas altas guardan sus libros de gastronomía y pastelería, justo por encima de los utensillos y las máquinas industriales con las que en minutos prepara la masa, la alisa y la deja lista para hornear. Ahí, entre sus cosas, tiene la imagen de la virgen de Urcupiña, madre de los necesitados, su protectora.
Junto a Quispe, oriundo de Jujuy, cocinan para todas las comidas y las colaciones de cada jornada. Se hacen panes para el desayuno, el almuerzo y la cena, pero también pastelería dulce como pepas, pasta frola y facturas que la dotación disfrutará los martes, jueves y domingos en el desayuno, acompañado de un té o mate cocido caliente. También sorprenderá alguna media mañana o merienda, cuando como por arte de magia aparezcan sobre la mesa algunas de sus especialidades.
“Lo hago para mantener a la tripulación contenta, con algo dulce se genera mejor estado de ánimo”, nos confiesa Alfredo, quien también colabora con el equipo de la cocina en los eventos especiales preparando panes saborizados o masas secas.
El cabo primero Palacios y su ayudante apodado “rayito”, comienzan su tarea revisando el menú previsto para el día y haciendo el pedido de materiales al maestre de víveres. Para las seis de la tarde tendrán todo lo necesario para poner sus manos en la masa. La actividad tendrá su fin pasadas las cuatro de la madrugada cuando las cajas identificadas para cada comedor estén cargadas de panes.
“Hacemos buen equipo, nos entendemos y cuando hay que hacer el trabajo sale por música. Hay predisposición de los dos y eso hace que el trabajo salga bien”, señaló el cabo Palacios quien, además, cuando no se navega cubre guardia en la cocina, lo que permite que todo su personal pueda recorrer y conocer el puerto visitado.
De Salta a la “Libertad”
El cabo primero Alfredo Palacios nació en Salta capital e ingresó a la Marina en 1995. Lleva 16 años de experiencia en la profesión que eligió cuando era niño. “Doy gracias a Dios que estoy en la fragata, que es el sueño de todo marino, tanto la navegación como poder conocer países y culturas diferentes. Estoy muy contento con esta experiencia profesional y personal”, afirmó.
A la “Libertad” llegó como cocinero y cuando hicieron la rotación con los compañeros de trabajo quedó en la panadería; para él no fue una sorpresa, ya había hecho cursos de pastelería, panadería y decoración de tortas, como también de cocina francesa y mediterránea en un instituto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
“Los hice con la motivación de seguir adelante y todo lo que hago lo disfruto; si uno le pone amor sale todo”, destacó el panadero salteño quien estuvo destinado en la Intendencia Naval Buenos Aires, la base aeronaval Punta Indio y el aviso ARA “Suboficial castillo”, entre otros.
En Salta fue a la ENET N°2 de donde conserva a sus amigos de siempre, Cacho y Luis, y los recuerdos de tardes de fútbol y pesca. “Ahí fue cuando me hice hincha de Boca”, dice orgulloso. En su tiempo libre escucha música, saca fotos y lee.
“Vengo de una familia muy humilde, criado por mi madre Feliciana Palacios; soy él único hijo y el orgullo para ella y mis parientes. Cuando se enteraron que venía a la fragata a mi madre se le cayeron las lágrimas. No hay palabras para describirlo, sólo el hecho de saber que estoy bien les hace bien a ellos”, expresó.
Sobre el 44º Viaje de Instrucción Naval y “Velas Latinoamérica 2014”
El buque escuela fragata ARA “Libertad” zarpó con 310 tripulantes de los cuales 25 son oficiales, 192 suboficiales, y 63 guardiamarinas en comisión de la promoción 142º del Escalafón Naval Cuerpo Comando e Infantería de Marina y 98º del Escalafón Intendencia.
El buque escuela zarpó el 1º de febrero del puerto de Buenos Aires y volvería el 1º de noviembre de su 44º Viaje de Instrucción Naval. La fragata también será anfitriona del encuentro náutico internacional de grandes veleros “Velas Latinoamérica 2014” para conmemorar el bicentenario del Combate Naval de Montevideo que concluirá el 21 de junio en Veracruz (México).
En su travesía, le resta recorrer los puertos de Valparaíso, El Callao, Manta, Cartagena de Indias, La Guaira y Santo Domingo. Desde el 2 de abril se encuentra en el puerto chileno de Talcahuano hasta el día 6.
Luego de “Velas Latinoamérica 2014”, la fragata continuará el viaje por 13 puertos más, arribando al país el 1º de noviembre. Visitará La Habana, Puerto Príncipe, Maracaibo, Paramaribo, Fortaleza, Salvador de Bahía, Río de Janeiro, Puerto Madryn, Punta Arenas, Ushuaia, Montevideo y Buenos Aires.
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