Pueblos originarios respaldan la instalación del monumento a Juana Azurduy

06/06/2013

Organizaciones representantes de pueblos originarios respaldaron la decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de reemplazar la estatua de Cristóbal Colón, ubicada detrás de la Casa de Gobierno, por la de la heroína de las luchas por la independencia Juana Azurduy.

A través de un comunicado publicado hoy en los matutinos Tiempo Argentino y Página 12, cientos de organizaciones nucleadas en el Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios celebraron "recuperar y enaltecer la figura de Juana Azurduy, quien combatió la dominación española y luchó con coraje junto a los pueblos".

"Este símbolo de la libertad americana, no sólo recuerda la participación histórica de los pueblos originarios y mestizos en las luchas revolucionarias, sino que además reivindica a tantas mujeres anónimas, fundamentales, en la lucha por la libertad y la Patria Grande, libre, soberana y plural", señala el documento.

Para los firmantes, la figura de Colón "representa el símbolo del genocidio y etnocidio de los Pueblos Originarios en América y su reemplazo no puede reducirse al debate sobre si la misma es patrimonio de la Nación o de la Ciudad de Buenos Aires".

En otro tramo reivindica "el diálogo intercultural iniciado en 2003 con el Estado nacional para avanzar en la construcción política hacia un Estado más soberano, con igualdad en la diversidad y justicia social".

"Los Pueblos Originarios hemos decidido salir de la mera resistencia para ser protagonistas en la construcción de nuestra propia historia y del país que queremos dejar a las generaciones futuras".

Firman también la solicitada, la Coordinadora de Comunicación Audiovisual Indígena de Argentina-Ccaia, medios de comunicación de pueblos originarios y comunidades kollas.

El monumento a Cristóbal Colón ubicado en la plaza del mismo nombre es una donación realizada por residentes italianos en 1907 al Poder Ejecutivo nacional y la decisión de desmontarla y trasladarla a la ciudad de Mar del Plata fue tomada luego de comprobar el grave nivel de deterioro que registraba y el riesgo estructural que lo afecta.

En tanto, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cuestionó la medida bajo el argumento de que el monumento es propiedad del distrito porteño, a pesar de que recién la semana pasada la Legislatura lo declaró "bien integrante del patrimonio histórico y cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires".

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