Buscan producir energía fotovoltaica para inyectarla a la red de distribución pública

28/03/2012


La iniciativa es inédita en el país y está a cargo de un consorcio público-privado formado por la Comisión Nacional de Energía Atómica, la Universidad Nacional de San Martín y cinco empresas privadas. Está parcialmente financiada por el MINCyT.

Si bien las conexiones de sistemas fotovoltaicos a la red eléctrica son habituales en países como Alemania, España y Estados Unidos, ésta es aún una tecnología muy poco desarrollada en Latinoamérica. Argentina no es la excepción.

Sin embargo, desde 2010 el Departamento Energía Solar de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y las empresas Aldar, Edenor, Eurotec Nutrition, Qmax y Tyco Electronics vienen trabajando en un programa novedoso para la configuración energética del país. Se trata de transformar la energía solar en electricidad e inyectarla a la red pública para así abastecer viviendas familiares, edificios públicos y ambientes urbanos.

El objetivo del proyecto es aprovechar la radiación del sol durante las horas de luz natural para complementar —y reducir— la generación de electricidad obtenida a través de fuentes convencionales como los combustibles fósiles, la hidroeléctrica y la nuclear. Mientras que durante la noche o en días nublados se consumirá electricidad de la red de manera habitual.

Tal como lo explica el doctor Julio Durán, responsable del Departamento Energía Solar de la CNEA, “la idea de estos sistemas es que la energía que requiere la vivienda no dependa exclusivamente de la generación solar. Los días nublados algo se genera, pero es sustancialmente menos. Entonces, la red funciona como reserva cuando escasea la energía solar”.

La primera instalación piloto ya está en funcionamiento y se encuentra conectada a la red interna Centro Atómico Constituyentes.
Uno de los componentes fundamentales de estas instalaciones —que podrían colocarse en cualquier casa o edificio que tenga suficientes horas de sol— son los paneles fotovoltaicos.

Según el doctor Durán, se requieren paneles de aproximadamente 200 Watts. “Una instalación típica de una vivienda puede tener 10 de estos paneles para producir una potencia de 2 Kw. Ese es aproximadamente el consumo de una vivienda unifamiliar”, aseguró.

Además de los paneles fotovoltaicos, el sistema también está compuesto por un inversor que transforma la corriente continua en corriente alterna. “Por el momento, al igual que los paneles, el inversor se importa. Pero ya hay una de las empresas del consorcio que está interesada en fabricarlo en el país”, afirmó el científico de la CNEA.

A nivel internacional, el costo de estas instalaciones —que se pretenden replicar en distintos puntos del país—, se estima que ronda los tres dólares el vatio. “Es decir que una instalación de 2 Kw. para una vivienda tipo costaría alrededor de 6 mil dólares”, calculó Durán.
Si bien todas las condiciones “técnicas” están dadas para instalar estos sistemas de generación de energía renovable en el país, aún falta resolver el aspecto regulatorio y legislativo.

En este sentido, el doctor Durán explicó que “si hoy en día alguna empresa o el dueño de alguna vivienda quiere instalar en su casa paneles solares y conectarlos a la red no puede porque no hay una reglamentación que lo permita. Entonces, uno de los objetivos principales del proyecto es impulsar y desarrollar en el país una reglamentación y de esa manera habilitar la conexión a red”.

“Otro objetivo del proyecto —continuó— tiene que ver con la tarifa. En los países en donde se ha desarrollado fuertemente este tipo de instalaciones, se las ha impulsado en un principio con una tarifa diferencial. La idea es que el aumento en la cantidad de instalaciones dé lugar a una reducción de precios de manera que sean competitivos con los costos convencionales, algo que ya han logrado algunos países”.

Además de los paneles solares, el sistema también está compuesto por un inversor que transforma la corriente continua en corriente alterna.
Se estima que estas mejoras a nivel regulatorio y legislativo se alcanzarán en los próximos años.

Mientras tanto, el consorcio público-privado que lleva adelante esta iniciativa ya colocó una pequeña instalación piloto en la terraza del Centro Atómico Constituyentes de la CNEA que está conectada a la red interna de dicha institución y se prevé instalar otras en la ciudad de Buenos Aires, el conurbano bonaerense, La Plata, Corrientes, Chaco, Santiago del Estero y Tucumán.

Finalmente, cabe aclarar que este proyecto se complementa con otro proyecto paralelo de investigación sobre energía solar en el que también participan la CNEA y la UNSAM junto con la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Tecnológica Nacional, la Universidad Nacional de General Sarmiento, la Universidad de Luján y la Universidad Nacional de La Plata.

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