Diseñan modelos de simulación para mejorar la gestión de ríos contaminados

22/01/2012

Diseñan modelos de simulación para mejorar la gestión de ríos contaminados
Permitirán determinar zonas críticas en forma rápida y orientar las formas de intervención ambiental. El proyecto tiene —a su vez— un componente predictivo que facilitará la articulación de medidas antes de que deban ser implementadas.
La División Química del Agua y del Suelo (CNEA / Centro Atómico Constituyentes) y el Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de General San Martín (UNSAM), tomaron en conjunto un novedoso desafío: el diseño y desarrollo de herramientas de modelado que permitirán identificar las zonas críticas de un cuerpo de agua. A su vez, la herramienta de simulación permitirá orientar medidas de intervención y gestión ambiental para evaluar su efectividad antes de que estas sean aplicadas.
Para llegar al diseño e implementación de estos modelos de calidad de agua, el camino  es largo y comenzó con un arsenal de mediciones de laboratorio y de campo. Uno de los sistemas en estudio ha sido la cuenca media del Río Reconquista. Los investigadores participantes del proyecto —está financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica— ya llevaron a cabo seis de las ocho campañas pautadas. Y en cada una de ellas midieron 17 parámetros físico-químicos y biológicos (ph, temperatura, oxígeno disuelto, coliformes, etc.), así como  la concentración de metales pesados.
Estos datos permitirán conocer las características del transporte, la distribución y el destino de los contaminantes, que en esta cuenca urbana son de origen domiciliario, industrial y agrícola (este último, particularmente en la cuenca alta).
División Química del Agua y del Suelo – CNEA
Toma de muestras en el Río Reconquista.
Toda la información obtenida en estos estudios servirá para generar una base de datos ambiental que permitirá evaluar la calidad del agua de este curso de agua. “El problema es que los datos históricos sobre el Río Reconquista están fragmentados en el espacio y tiempo. Entonces, en nuestra primera fase necesitamos crear una propia base de datos”, explicó a TELAM Gonzalo Nader, becario del Doctorado en Ciencia y Tecnología Mención Química (UNSAM), sobre esta etapa que está por concluir.
La etapa siguiente se desarrollará en el laboratorio. En dicha instancia se prevé comprender el comportamiento de ciertos contaminantes del Reconquista; es decir, cómo se producen las interacciones entre un contaminante específico y los distintos componentes del río (agua, sedimento, material particulado suspendido). A partir de estos resultados, “se podrá tener una idea del transporte y el destino de los contaminantes de esta cuenca”, sostuvo el investigador.
Con la base de datos ambiental concluida y los ensayos de laboratorio realizados, será posible aplicar esa información en modelos que permitirán evaluar la calidad del agua bajo distintas condiciones hidrometeorológicas y determinar las medidas de intervención para el saneamiento de este sistema.
Para clarificar la cuestión, Nader ejemplifico con los vuelcos de contaminantes industriales o cloacales. “Si por ejemplo desde un arroyo viene una contaminación con un metal por un vuelco, podemos determinar hasta dónde llega el mismo; si precipita y queda en el sedimento; si se moviliza disuelto en el agua, etc. De esta manera, se pueden determinar áreas de acumulación de contaminantes conservativos y, por ende, críticas para la gestión ambiental”.
De la misma manera que se podría simular el vuelco de un contaminante al río; el  director del grupo de investigación, Daniel Cicerone, comentó que con estas herramientas “también es posible simular distintos eventos ambientales y su impacto sobre la calidad del agua: una inundación, una gran sequía, etc. Es decir, podemos saber si la concentración de contaminantes es mayor o menor, tanto después de una lluvia como de una sequía”.
División Química del Agua y del Suelo – CNEA
El Reconquista en su cuenca media.
Gracias a su capacidad predictiva, estos modelos de calidad de agua se constituyen como una importante herramienta de gestión ambiental. El director del grupo planteó: “supongamos que se quiere instalar un dispositivo tecnológico para mejorar la calidad del agua de un determinado lugar, por ejemplo, una planta de tratamiento de efluentes. Entonces, se podría simular cuánto podría mejorar la calidad del agua previa instalación del dispositivo. Lo mismo si se decide hacer un tratamiento de sedimentos. Y asimismo, se podrán responder preguntas muy concretas sobre cómo intervenir más eficientemente en el ambiente para alcanzar un objetivo ambiental”.
De esta forma, lo que hoy implica la construcción de modelos teóricos ayudará a  la autoridad de gestión a detectar en forma rápida dónde se debe intervenir, reconocer los lugares críticos y seleccionar las mejores acciones de gestión ambiental.
Ambiente, Tecnología y Nación
Desarrollos Tecnológicos, Equilibrio Ambiental, Recursos Naturales

rioscontaminados

Permitirán determinar zonas críticas en forma rápida y orientar las formas de intervención ambiental. El proyecto tiene —a su vez— un componente predictivo que facilitará la articulación de medidas antes de que deban ser implementadas.

La División Química del Agua y del Suelo (CNEA / Centro Atómico Constituyentes) y el Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de General San Martín (UNSAM), tomaron en conjunto un novedoso desafío: el diseño y desarrollo de herramientas de modelado que permitirán identificar las zonas críticas de un cuerpo de agua.

A su vez, la herramienta de simulación permitirá orientar medidas de intervención y gestión ambiental para evaluar su efectividad antes de que estas sean aplicadas.

Para llegar al diseño e implementación de estos modelos de calidad de agua, el camino  es largo y comenzó con un arsenal de mediciones de laboratorio y de campo. Uno de los sistemas en estudio ha sido la cuenca media del Río Reconquista.

Los investigadores participantes del proyecto —está financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica— ya llevaron a cabo seis de las ocho campañas pautadas.

Y en cada una de ellas midieron 17 parámetros físico-químicos y biológicos (ph, temperatura, oxígeno disuelto, coliformes, etc.), así como  la concentración de metales pesados.

Estos datos permitirán conocer las características del transporte, la distribución y el destino de los contaminantes, que en esta cuenca urbana son de origen domiciliario, industrial y agrícola (este último, particularmente en la cuenca alta).
División Química del Agua y del Suelo – CNEA

Toma de muestras en el Río Reconquista.

Toda la información obtenida en estos estudios servirá para generar una base de datos ambiental que permitirá evaluar la calidad del agua de este curso de agua. “El problema es que los datos históricos sobre el Río Reconquista están fragmentados en el espacio y tiempo.

Entonces, en nuestra primera fase necesitamos crear una propia base de datos”, explicó a TELAM Gonzalo Nader, becario del Doctorado en Ciencia y Tecnología Mención Química (UNSAM), sobre esta etapa que está por concluir.

La etapa siguiente se desarrollará en el laboratorio.

En dicha instancia se prevé comprender el comportamiento de ciertos contaminantes del Reconquista; es decir, cómo se producen las interacciones entre un contaminante específico y los distintos componentes del río (agua, sedimento, material particulado suspendido).

A partir de estos resultados, “se podrá tener una idea del transporte y el destino de los contaminantes de esta cuenca”, sostuvo el investigador.Con la base de datos ambiental concluida y los ensayos de laboratorio realizados, será posible aplicar esa información en modelos que permitirán evaluar la calidad del agua bajo distintas condiciones hidrometeorológicas y determinar las medidas de intervención para el saneamiento de este sistema.

Para clarificar la cuestión, Nader ejemplifico con los vuelcos de contaminantes industriales o cloacales. “Si por ejemplo desde un arroyo viene una contaminación con un metal por un vuelco, podemos determinar hasta dónde llega el mismo; si precipita y queda en el sedimento; si se moviliza disuelto en el agua, etc.

De esta manera, se pueden determinar áreas de acumulación de contaminantes conservativos y, por ende, críticas para la gestión ambiental”.De la misma manera que se podría simular el vuelco de un contaminante al río; el  director del grupo de investigación, Daniel Cicerone, comentó que con estas herramientas “también es posible simular distintos eventos ambientales y su impacto sobre la calidad del agua: una inundación, una gran sequía, etc. Es decir, podemos saber si la concentración de contaminantes es mayor o menor, tanto después de una lluvia como de una sequía”.

División Química del Agua y del Suelo – CNEA

El Reconquista en su cuenca media.Gracias a su capacidad predictiva, estos modelos de calidad de agua se constituyen como una importante herramienta de gestión ambiental. El director del grupo planteó: “supongamos que se quiere instalar un dispositivo tecnológico para mejorar la calidad del agua de un determinado lugar, por ejemplo, una planta de tratamiento de efluentes.

Entonces, se podría simular cuánto podría mejorar la calidad del agua previa instalación del dispositivo. Lo mismo si se decide hacer un tratamiento de sedimentos. Y asimismo, se podrán responder preguntas muy concretas sobre cómo intervenir más eficientemente en el ambiente para alcanzar un objetivo ambiental”.De esta forma, lo que hoy implica la construcción de modelos teóricos ayudará a  la autoridad de gestión a detectar en forma rápida dónde se debe intervenir, reconocer los lugares críticos y seleccionar las mejores acciones de gestión ambiental.

Ambiente, Tecnología y Nación

Desarrollos Tecnológicos, Equilibrio Ambiental, Recursos Naturales

Más sobre: Ciencia y Tecnología.

Noticias relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir