Gimnasia y Tiro le gano a Talleres de Córdoba 3 a 1

Anotaron Pablo Rodríguez, Leo Pérez y César Albornoz, y permitio a Gimnasia y Tiro vencer ayer a Talleres de Córdoba por tres a dos. Los tantos del perdedor fueron obra de Claudio Riaño y Guillermo Cosaro. El equipo albo, con esta victoria, pudo dejar atrás la derrota del miércoles pasado, en el clásico frente a Central Norte.

El rival del albo era nada menos que Talleres de Córdoba. Y al final hubo fiesta desde el lado local. Ese festejo que se hizo esperar hasta el tiempo de descuento, con el tanto que convirtió César Albornoz, que le ganó a sus rivales en el juego aéreo; la pelota entró al arco contrario como pidiendo permiso, con otro “empujoncito” de Leo Pérez, e inmediatamente desató la algarabía de los millonarios.

Pero el desarrollo del juego para los dirigidos por Raúl Antuña se hizo muy complicado. Si bien el Mecha Pablo Rodríguez de izquierda sacó un remate que hizo estéril la estirada de Michael Etulian, previo pase de cabeza del Indio Daniel Bazán Vera, Talleres de Córdoba buscó el modo de acercar peligro hasta la valla defendida por José Valdiviezo.

Gimnasia con sus defensores y aparecía como una quimera que Talleres alcanzará la transitoria igualdad. Pero Claudio Riaño, en la más clara oportunidad, mandó el balón al fondo del arco y uno a uno.

Nuevamente a remar hasta el arco de enfrente y, con algunos cambios, el DT Antuña logró recomponer algunos desajustes que empezaban a aparecer. Dos hombres de refresco fueron los protagonistas del segundo gol millonario. Esteban Gil recorrió el sector derecho del ataque y lanzó un centro pasado, justo para la cabeza de Leo Pérez, que no perdonó.

Parecía triunfo al fin para el albo, pero Guillermo Cosaro, aprovechó otro descuido y en tiempo adicional puso el dos a dos.

Ya el partido llegaba a su fin y de tiro libre quedaba esa pelota que fue a parar a la cabeza de César Albornoz, que la desvió por encima del arquero Etulian, acompañó Leo Pérez y el envión se depositó adentro del arco. Y otra vez se escuchó ese canto al unísono del triunfo millonario.

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