El estudio se denomina “bloodspatter” y consiste en la trigonometría de la proyección de la sangre en la escena del hecho con la finalidad de determinar la cantidad de golpes, posición de la víctima y el victimario y si es posible la lateralidad del victimario y su altura aproximada.
En la causa está detenido Rodolfo Benjamín Suárez, imputado por el homicidio, mientras que Cristian Jesús Morcillo Castillo se encuentra en libertad, imputado por el delito de encubrimiento.