Repudio a Olmedo

17/02/2011

Repudio a Olmedo
Todos sabemos que los trabajadores golondrina de nuestro país no trabajan en las mejores condiciones. También que una parte de la economía nacional está en negro. Y sabemos que es algo que debe solucionarse para por ejemplo, lograr jubilaciones dignas y buena salud para todos. Sabemos que costará hacerlo. Bienvenidas las acciones de la AFIP en todo el país por investigar y denunciar estas situaciones en vez de perseguir a pequeños comerciantes y fabricantes. Si esta política continúa podremos ir solucionando estas verguenzas que tan bien describe Gregorio Caro Figueroa en  Historia de la Gente Decente en el Norte Argentino. De Güemes a Patrón Costas, prologado por Jorge Abelardo Ramos, (1970), con sus fábricas de almas. Acciones que sin duda traen reminiscencias del Estatuto del Peón y de las primeras batallas peronistas.
Ahora, que un candidato a Gobernador, Diputado Nacional, reaccione ante su culpa evidente, como un perseguido y que salga a mostrar filmaciones que muestran visitas a su finca es absolutamente intolerable en el marco del debate republicano. ¿Que muestra que algunos políticos visiten una estancia? Nada, absolutamente nada. ¿Comparte un visitante alguna culpa por la explotación del anfitrión? Y si así fuera, ¿eso lo exculpa de algo?
Que existan desnutridos en esta provincia es el resultado de los desmontes que Olmedo y otros ocasionan. Sin duda el Gobierno tiene responsabilidades en no haber evitado esto, pero una cosa no tapa la otra. La desnutrición de los pueblos originarios en el Chaco Salteño se origina en los desmontes irresponsables de Olmedo y otros. Es una vergüenza que en un país que produce alimento para 400 millones de personas tengamos gente con hambre. Pero justamente la culpa originaria de esta vergüenza recae en Olmedo y otros.
Que un candidato impresentable haga uso de emociones básicas y fortunas inmensas para manipular a un electorado no preparado para racionalizar la política es sin duda responsabilidad de todos los que no hemos logrado que sea la razón y el debate argumental la línea que guía los resultados electorales y la representación en Salta.
Pero esa responsabilidad no le quita un ápice de culpa a un empresario que debiera hacer un uso mas juicioso del poder económico heredado que ostenta gracias a las prebendas otrora otorgadas.
En definitiva debemos mirar con serenidad estos actos impropios de un candidato impresentable, repudiarlos y seguir haciendo de la política un debate racional, sin caer en provocaciones.
LLegará el día en que logremos que la política electoral sea lo que siempre debió ser, una competencia de ideas, proyectos y personas para lograr el bien común.
Mientras tanto tenemos que logar en primer lugar que Olmedo y otros traten como corresponde a sus empleados y pague sus impuestos, y en segundo lugar que la gente comprenda lo que esta en juego en ésta elección y lograr así elevar el nivel del debate electoral y tener mejores representaciones en nuestras legislaturas y gobiernos. Romero nos dejo una política empobrecida. Debemos evitar pasar del despotismo liberal ilustrado que él encarno a un fascismo berreta de baja estofa de la mano de Olmedo y reconstruir una democracia participativa.
Diego Saravia

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Todos sabemos que los trabajadores golondrina de nuestro país no trabajan en las mejores condiciones. También que una parte de la economía nacional está en negro. Y sabemos que es algo que debe solucionarse para por ejemplo, lograr jubilaciones dignas y buena salud para todos. Sabemos que costará hacerlo.

Bienvenidas las acciones de la AFIP en todo el país por investigar y denunciar estas situaciones en vez de perseguir a pequeños comerciantes y fabricantes.

Si esta política continúa podremos ir solucionando estas verguenzas que tan bien describe Gregorio Caro Figueroa en  Historia de la Gente Decente en el Norte Argentino. De Güemes a Patrón Costas, prologado por Jorge Abelardo Ramos, (1970), con sus fábricas de almas.

Acciones que sin duda traen reminiscencias del Estatuto del Peón y de las primeras batallas peronistas.

Ahora, que un candidato a Gobernador, Diputado Nacional, reaccione ante su culpa evidente, como un perseguido y que salga a mostrar filmaciones que muestran visitas a su finca es absolutamente intolerable en el marco del debate republicano. ¿Que muestra que algunos políticos visiten una estancia? Nada, absolutamente nada. ¿Comparte un visitante alguna culpa por la explotación del anfitrión? Y si así fuera, ¿eso lo exculpa de algo?

Que existan desnutridos en esta provincia es el resultado de los desmontes que Olmedo y otros ocasionan. Sin duda el Gobierno tiene responsabilidades en no haber evitado esto, pero una cosa no tapa la otra. La desnutrición de los pueblos originarios en el Chaco Salteño se origina en los desmontes irresponsables de Olmedo y otros.

Es una vergüenza que en un país que produce alimento para 400 millones de personas tengamos gente con hambre. Pero justamente la culpa originaria de esta vergüenza recae en Olmedo y otros.

Que un candidato impresentable haga uso de emociones básicas y fortunas inmensas para manipular a un electorado no preparado para racionalizar la política es sin duda responsabilidad de todos los que no hemos logrado que sea la razón y el debate argumental la línea que guía los resultados electorales y la representación en Salta.

Pero esa responsabilidad no le quita un ápice de culpa a un empresario que debiera hacer un uso mas juicioso del poder económico heredado que ostenta gracias a las prebendas otrora otorgadas. 

En definitiva debemos mirar con serenidad estos actos impropios de un candidato impresentable, repudiarlos y seguir haciendo de la política un debate racional, sin caer en provocaciones. 

LLegará el día en que logremos que la política electoral sea lo que siempre debió ser, una competencia de ideas, proyectos y personas para lograr el bien común.

Mientras tanto tenemos que logar en primer lugar que Olmedo y otros traten como corresponde a sus empleados y pague sus impuestos, y en segundo lugar que la gente comprenda lo que esta en juego en ésta elección y lograr así elevar el nivel del debate electoral y tener mejores representaciones en nuestras legislaturas y gobiernos. Romero nos dejo una política empobrecida. Debemos evitar pasar del despotismo liberal ilustrado que él encarno a un fascismo berreta de baja estofa de la mano de Olmedo y reconstruir una democracia participativa.

Diego Saravia

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