Dino Saluzzi vuelve a Cafayate para evocar y emocionar

17/02/2011

Dino Saluzzi vuelve a Cafayate para evocar y emocionar
Tras una larga ausencia, más de 20 años, Dino Saluzzi regresa al escenario de la Serenata a Cafayate. El maestro bandoneonista, nacido en Campo Santo, se estableció nuevamente en Argentina, luego más de tres décadas en Europa y asume el desafío de compartir su interpretación con el exigente público del festival vallisto, junto a la Familia Saluzzi.
- ¿Cuál fue la búsqueda que lo llevó a irse del país a principios de los ´80?
- Me fui a buscar una cultura diferente, que me permitiera crecer y evolucionar. Quería sentirme un músico con toda la responsabilidad que eso significa. Claro, que como a toda persona le puede ocurrir, me sentí tentado a olvidarme  de lo que soy y de lo que llevaba como persona. Viví en un contexto diferente al mío, muy exigente. Entonces decidí tomar posición de mi rol, decidí no vivir de favores o de coyunturas, me hice cargo de quién soy.
Los amores que dejé en Argentina, el apego a esos recuerdos y la responsabilidad de ser, me ayudaron a hacerme cargo de todo ello y entonces adquirí una riqueza verdadera, que se plasmó en variedad y en evolución de mi música.
Cerca de 30 años viviendo en Europa, viajando a la Argentina para tocar, y con la constante búsqueda de ese ser genuino y creativo. El mismo maestro Dino se reconoce hoy, recién después de tan largo camino, como un músico, actor de la sociedad, con responsabilidades y compromisos. El éxito en los mayores escenarios de Europa, América y Asia sólo ha sido un paso en esa construcción del artista que hoy es.
- Y vuelve a la Serenata con toda esa carga…
- Retornar a la Serenata es un desafío para mi. El artista rompe estructuras y las vuelva a hacer. Ese desestructurar y estructurar constante tienen que ser hecho honestamente y con conocimiento. Porque si no, se corre el riesgo de la eterna reiteración o la destrucción de las cosas esenciales. Y al perder lo esencial, perdemos lo que somos, el paisaje y la forma, los sabores.
En Cafayate puedo comprobar el valor de una zamba, o de cualquier otra forma, y comprender que esa contemplación nos ayuda a nuestro desarrollo como persona. Esa importancia exige una responsabilidad cierta y al mismo tiempo, extrañamente, complacer al público. Es un asunto difícil. Hay muchos que deben priorizar su necesidad económica o cotidiana por sobre lo escencial. El artista trata de fluctuar entre esas dos corrientes, a veces de manera inhumana.Para mi la Serenata será un desafío importante. Luego de tanto camino recorrido voy con la esperanza de lo que he aprendido sirva para esos dos propósitos y me ayude a seguir ocupándome honestamente de mi rol de músico.
Dino Saluzzi y Familia está integrado por:
Dino Saluzzi en bandoneón, José María Saluzzi en Guitarras, Matías Saluzzi en Contrabajo, Felix “Cuchara” Saluzzi en saxo y Colacho Brizuela en Guitarra.
Para la serenata han preparado un repertorio dedicado a la evocación de algunos de los más destacados compositores del folclore argentino, como el Cuchi Leguizamón o Costa Villafañes entre otros. “Traemos un repertorio olvidado, con un toque de emotivo” asegura Dino Saluzzi.
“La gente se busca constantemente. Eso es bueno porque en algún lado estamos, lo que éramos y los que vamos a ser. Y creo que entre la búsqueda y la evocación encontraremos la Argentina unida. Lo sensible nos va a llevar a la propia realización como país, por eso voy a Cafayate con la obligación moral”, concluye el maestro.
La cita es el viernes 18 en el escenario Payo Solá, de la Bodega Encantada, en la XXXVII Serenata a Cafayate.

dinosaluzi

Tras una larga ausencia, más de 20 años, Dino Saluzzi regresa al escenario de la Serenata a Cafayate. El maestro bandoneonista, nacido en Campo Santo, se estableció nuevamente en Argentina, luego más de tres décadas en Europa y asume el desafío de compartir su interpretación con el exigente público del festival vallisto, junto a la Familia Saluzzi.

¿Cuál fue la búsqueda que lo llevó a irse del país a principios de los ´80?-

Me fui a buscar una cultura diferente, que me permitiera crecer y evolucionar. Quería sentirme un músico con toda la responsabilidad que eso significa. Claro, que como a toda persona le puede ocurrir, me sentí tentado a olvidarme  de lo que soy y de lo que llevaba como persona. Viví en un contexto diferente al mío, muy exigente. Entonces decidí tomar posición de mi rol, decidí no vivir de favores o de coyunturas, me hice cargo de quién soy.Los amores que dejé en Argentina, el apego a esos recuerdos y la responsabilidad de ser, me ayudaron a hacerme cargo de todo ello y entonces adquirí una riqueza verdadera, que se plasmó en variedad y en evolución de mi música.Cerca de 30 años viviendo en Europa, viajando a la Argentina para tocar, y con la constante búsqueda de ese ser genuino y creativo.

El mismo maestro Dino se reconoce hoy, recién después de tan largo camino, como un músico, actor de la sociedad, con responsabilidades y compromisos. El éxito en los mayores escenarios de Europa, América y Asia sólo ha sido un paso en esa construcción del artista que hoy es.

Y vuelve a la Serenata con toda esa carga…

Retornar a la Serenata es un desafío para mi. El artista rompe estructuras y las vuelva a hacer. Ese desestructurar y estructurar constante tienen que ser hecho honestamente y con conocimiento. Porque si no, se corre el riesgo de la eterna reiteración o la destrucción de las cosas esenciales. Y al perder lo esencial, perdemos lo que somos, el paisaje y la forma, los sabores. En Cafayate puedo comprobar el valor de una zamba, o de cualquier otra forma, y comprender que esa contemplación nos ayuda a nuestro desarrollo como persona. Esa importancia exige una responsabilidad cierta y al mismo tiempo, extrañamente, complacer al público. Es un asunto difícil. Hay muchos que deben priorizar su necesidad económica o cotidiana por sobre lo escencial. El artista trata de fluctuar entre esas dos corrientes, a veces de manera inhumana.Para mi la Serenata será un desafío importante. Luego de tanto camino recorrido voy con la esperanza de lo que he aprendido sirva para esos dos propósitos y me ayude a seguir ocupándome honestamente de mi rol de músico.

Dino Saluzzi y Familia está integrado por: Dino Saluzzi en bandoneón, José María Saluzzi en Guitarras, Matías Saluzzi en Contrabajo, Felix “Cuchara” Saluzzi en saxo y Colacho Brizuela en Guitarra.

Para la serenata han preparado un repertorio dedicado a la evocación de algunos de los más destacados compositores del folclore argentino, como el Cuchi Leguizamón o Costa Villafañes entre otros.

“Traemos un repertorio olvidado, con un toque de emotivo” asegura Dino Saluzzi.“La gente se busca constantemente. Eso es bueno porque en algún lado estamos, lo que éramos y los que vamos a ser. Y creo que entre la búsqueda y la evocación encontraremos la Argentina unida. Lo sensible nos va a llevar a la propia realización como país, por eso voy a Cafayate con la obligación moral”, concluye el maestro.

La cita es el viernes 18 en el escenario Payo Solá, de la Bodega Encantada, en la XXXVII Serenata a Cafayate.

Luis Acevedo Moreno

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