Extraño caso: Amordazaron con cinta a un abuelo y no le robaron nada

27/09/2010

Fue reducido por dos sujetos. Se analizan los restos del adhesivo para constatar si tienen huellas dactilares. Para entrar, le dijeron que eran del correo y que debían entregar una encomienda destinada a un yerno.



Un extraño caso ocurrió en la tarde del sábado en inmediaciones del monumento al general Martín Miguel de Güemes. Un anciano de 96 años fue reducido por dos sujetos, quienes ingresaron a su vivienda con la excusa de pertenecer al correo. Sorprendentemente, no robaron ningún elemento de valor.

El hecho fue denunciado por el nieto del nonagenario, Germán Correa, a uno de los patrulleros del 911 que suele apostarse en las inmediaciones.

Pese a su avanzada edad, el abuelo, identificado como Claudio Fabián, contó a los policías con toda claridad que los sujetos llamaron a la puerta de su casa, señalándole que tenían una encomienda para entregarle, y que estaba destinada a un yerno suyo.

Fabián describió a los malvivientes como dos sujetos delgados, uno de ellos vestía un pantalón gris con bolsillos grandes y zapatillas.

El anciano dijo a las autoridades que luego de abrir el portón de rejas que hay en su vivienda, los delincuentes lo sujetaron primero, para reducirlo después. Tras ello, lo sentaron en una silla, sujetándole las manos y los pies con cinta de embalar.

A posterior, hicieron lo mismo con la boca para que no emita ningún grito de auxilio.

El abuelo contó que lo trasladaron hasta el sector de la cocina y que los malvivientes estuvieron al menos unos cinco minutos en el interior de la residencia para luego marcharse sin dejar rastro alguno.

Una vez que se tomó conocimiento de lo sucedido, se solicitó la asistencia del Samec para realizarle un control a Fabián, teniendo en cuenta su avanzada edad.

Muchas dudas

Enterada de lo sucedido, una hija de Fabián, Irma Teresita, se presentó en el domicilio de su padre. Fue la mujer quien constató que en el interior de la vivienda no faltaba ningún elemento de valor.

Lo pesquisas de la Brigada de Investigaciones que tomaron cartas en el asunto recogieron desde el interior de la casa pedazos de la cinta de embalar que utilizaron para amordazar al abuelo, con la esperanza de que en ellas haya quedado alguna huella dactilar.

Fuentes ligadas a la investigación señalaron que “todo el caso es bastante confuso”.

(Diario El Tribuno)

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