Fragata “Libertad”: el esperado retorno

05/07/2010

Autoridades navales y familiares de su dotación la recibirán a las 13 en el puerto de Buenos Aires. Ayer zarpó de Montevideo, el último puerto extranjero de su itinerario.



El buque escuela de la Armada, fragata ARA “Libertad”, arribará mañana martes a Buenos Aires, luego de cumplir con su 41º viaje de instrucción de los guardiamarinas en comisión de las promociones 139º del escalafón Naval Comando y escalafón Infantería de Marina y 95° del Cuerpo Profesional escalafón Intendencia, de la Escuela Naval Militar.

La nave, al mando del capitán de navío Alfredo Mario Blanco, llegará a las 13 a la dársena Norte del Apostadero Naval Buenos Aires y será recibida por el director de Educación Naval, contralmirante Álvaro Martínez, otras autoridades navales, delegaciones militares, ex comandantes del buque, agregados navales extranjeros, miembros de entidades vinculadas al quehacer naval y familiares de los tripulantes del buque escuela.

Los honores correspondientes los rendirán los cadetes de la Escuela Naval Militar formados en la dársena y la Banda de Música de la Armada, que ejecutará marchas militares y cuando se coloque la planchada interpretará Diana de gloria.

La nave lucirá su engalanado y los gavieros con uniformes de época cubrirán puestos de honores en los palos, mientras los buques surtos harán sonar sus sirenas y las embarcaciones deportivas de los clubes náuticos que en gran número han adherido al recibimiento, navegarán alrededor de la "Libertad" en los últimos tramos del canal de acceso.

Sur, Montevideo y después…

Tras casi cuatro días de permanencia en la ciudad de Montevideo (Uruguay), la fragata “Libertad” puso proa ayer rumbo a Buenos Aires (Argentina).

Atrás quedó el recuerdo de la zarpada de ese mismo puerto, el pasado 23 de enero, cuando inició la travesía bicentenaria que la llevaría por el océano Atlántico y el Pacífico.

Los tripulantes de la fragata, además de recorrer durante estos días algunos de los sitios turísticos característicos de Montevideo, fueron testigos de los festejos del viernes, cuando el seleccionado de fútbol de Uruguay le ganó a Ghana, en cuartos de final de la Copa del Mundo 2010.

Al día siguiente, la dotación estaba entusiasmada porque podría mirar por televisión el partido de Argentina contra Alemania, ya que muchos de los encuentros sólo se pudieron sintonizar vía radio cuando las condiciones técnicas lo permitían. La desazón por el resultado obtenido se evidenció en la cara de cada uno de ellos, pero los preparativos que se realizan a bordo para el regreso al país hizo que la tripulación se concentrara en el trabajo en vez del resultado.

Cuando la “embajadora de los mares” llegue mañana a Buenos Aires y culmine su viaje de instrucción habrá completado una travesía de 164 días de duración, durante los cuales visitó 14 puertos, 11 de ellos extranjeros. Entre ellos Río de Janeiro (Brasil), Mar del Plata, Montevideo (Uruguay), Buenos Aires, Ushuaia; tres puertos chilenos: Punta Arenas, Valparaíso, Antofagasta. Después prosiguió por los puertos de El Callao (Perú), Guayaquil (Ecuador), Cartagena de Indias (Colombia), La Guaira (Venezuela) y Fortaleza (Brasil).

Pero estos son meros números que no reflejarán todo lo vivido durante estos últimos meses, lo que marcará un hito en la historia de la vela de Sudamérica con proyección mundial.

La despedida

Ayer a la mañana se repitió la rutina previa a una zarpada, pero en esta ocasión la sensación fue diferente. Este sería el último puerto extranjero del que se despediría la fragata antes de finalizar el viaje de los guardiamarinas en comisión de la Escuela Naval Militar, durante el cual se participó además del “Encuentro y Regata Internacional de Grandes Veleros: Velas Sudamérica 2010”, organizado por las Armadas de Argentina y Chile en el marco del Bicentenario de la conformación de las Primeras Juntas de Gobierno.

El personal formó alrededor de las diez de la mañana en cubierta, luego concurrió a sus puestos de trabajo para continuar con las tareas de alistamiento antes de arribar a su apostadero habitual en dársena Norte.

Por la tarde comenzaron las maniobras de zarpada. Minutos después embarcaba el práctico. Primero se levó el ancla, desde el muelle los marinos uruguayos comenzaron a soltar las amarras y se tomaron los remolcadores.

Portando su uniforme de gala de invierno, parte del personal formó sobre la banda de estribor para rendir honores mientras que el resto participaba a bordo de las maniobras manipulando las drizas y los cabos, ocupando sus puestos en el puente de comando y subiendo a las tablas de jarcia de los palos trinquete, mayor y mesana.

La Banda de Música de la fragata inició su rutina e interpretó la Marcha de la Armada, la de Malvinas y la de San Lorenzo, entre otras. Mientras, con la ayuda de los remolcadores de proa y popa, la unidad comenzó a separarse del muelle donde se encontraba.

La navegación

Al ingresar al canal de Montevideo se ordenó cubrir “rol de aguas restringidas”. La unidad luego navegará por el canal Punta Indio y recorrerá las aguas del canal Paso Banco Chico –a la altura del kilómetro 93.

Entre los kilómetros 56 y 52, saldrá del canal para poner rumbo a la zona de fondeo en rada La Plata, donde proseguirán las tareas de alistamiento para ingresar con su blanco impecable, su mascarón de proa dorado y brillantes bronces.

El martes el buque zarpará y retomará la navegación por el canal de acceso al puerto de Buenos Aires hasta arribar al Puerto Metropolitano, donde se producirá el ansiado encuentro entre los tripulantes y sus seres queridos, después de más de cinco meses de este histórico viaje del Bicentenario.

Gaceta Marinera Digital

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