River comenzó el año con una derrota
15/01/2010

Ya no sorprende a nadie que River no gane. Desde un tiempo hasta esta parte, el equipo de “la banda”, acostumbró a sus seguidores a tomarse las derrotas como normales dentro de la vida diaria. Anoche, juntamente con el inicio de su participación en el triangular de verano Ciudad de Salta, también dio inicio la temporada 2010. El resultado fue el mismo: una derrota.
Esta vez el rival de turno fue Racing de Avellaneda, quien, con muy poco fútbol, le alcanzó para doblegar a un timorato River que sigue sin poder encontrar su rumbo en el fútbol local. Con una formación suplente, los dirigidos por Leonardo “el negro” Astrada, no pudieron hacer frente a un no mejor Racing, que, a diferencia de su rival, supo cuándo marcar la diferencia y cómo sostenerla a lo largo del partido.
A los 9 minutos de haber iniciado el encuentro, fue el volante de “la academia”, Gabriel Mercado, quien se encargó de adelantar a su equipo en el marcador, con un remate que nació como un centro al área, pero que, sin embargo, con la complicidad del arquero riverplatense, Nicolás Navarro, terminó por colarse en el ángulo superior derecho del guardameta que nunca esperó ese desenlace.
A pesar de esto, los “millonarios no se desanimaron y siguieron insistiendo, a fuerza de orden y un relativo buen fútbol (que por momentos tuvo pasajes malos). Así fue como sólo 10 minutos después, Diego Barrado se encargó de estampar el empate parcial entrando al área por el costado derecho de la cancha y, para finalizar una brillante jugada colectiva, cruzó su remate sobre el costado derecho del arquero Pablo Santillo.
Los minutos se sucedían y el control del balón oscilaba entre los arqueros de ambos conjuntos. Racing quería ser más incisivo y lo demostró faltando 13 minutos para la finalización de la primera etapa, cuando, tras una magistral pegada de su número 10, Juan Carlos Falcón, la pelota se estrelló en la red del arco defendido por Navarro que sólo voló para la foto. Se iban al descanso con un 2 a 1 a favor.
Después del entretiempo, el partido entró en un estado estacionario del que nunca más iba a salir. Pasaron los minutos y lo único relevante de esta segunda etapa, fue el ingreso del “burrito” Ariel Ortega quien, por pedido del público, jugó los últimos 15 minutos del cotejo. Nada pudo hacer para que su querido River no sucumbiera una vez más ante una derrota.
Al final del encuentro, Leonardo Astrada, director técnico de River, dijo que, “estos son partidos de preparación y no son para condicionarnos con los resultados”. El próximo y último juego de River en Salta, será el domingo 17, cuando deba enfrentarse al otro grande de Avellaneda, Independiente, tratando de develar quien se proclamará campeón del triangular.
Fte Gonzalo López para L@Hor@
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