Escuela de espectadores

01/04/2009

Escuela de Espectadores para Teatro Independiente Salo Lisé. La Escuela de Espectadores para Teatro Independiente (ETI) es un proyecto gradual con el propósito de fomentar la actividad teatral y crear
espectadores permanentes.

 

Pero, ¿qué significa formar espectadores de teatro independiente en Salta, teniendo en cuenta las fuertes marcas socioculturales y la crisis actual de público y de producción? La
respuesta solo puede obtenerse en el plano de la experiencia, sobre todo, con los más jóvenes, y en la articulación entre teatro y educación artística, donde se construye los lazos entre el teatrista y su público.

El proyecto se basa en experiencias que han podido sostenerse en el tiempo, pues la formación de espectadores es una tarea que solo puede ver sus resultados a largo plazo y que precisa, a través del debate con el público no iniciado, revelar cuál es el imaginario que nuestra sociedad tiene del teatro. Del mismo modo se impone una reflexión desde los teatristas sobre la influencia de sus producciones en el público, a qué segmento va dirigido y qué se espera de este.

El teatro es una aproximación a la vida y a la vez un distanciamiento de esta. El lenguaje teatral se construye a partir de símbolos cotidianos que se ponen en juego a través de la acción.

Los programas educativos solo consideran la literatura dramática y el espacio que se otorga al teatro como actividad no formal es discontinuo y en su mayoría carente de una pedagogía pertinente. Por eso en la primera etapa del proyecto se trabajará con alumnos de Polimodal en estrecha coordinación con las escuelas y los profesores. Habrá, además, un espacio previsto para la inscripción de todo público interesado.

Objetivos

1.    Educar en la valoración del arte, brindándolo elementos para comprenderlo y disfrutarlo.
2.    Profundizar la sensibilidad del adolescente, ayudándolo a desarrollar su percepción.
3.    Favorecer la creatividad.
4.    Desarrollar una actitud activa y crítica que incentive a experimentar, modificar y construir.
5.    Favorecer el desarrollo de valores humanos
6.    Fomentar valores de orientación profesional.
7.    Desarrollar el trabajo crítico desde lo participativo promoviendo el respeto por el espacio común.
8.    Estimular el conocimiento de referentes culturales cercanos y lejanos.
9.    Lograr una creciente conciencia del medio ambiente que le permita descubrir y afirmar su identidad.
10.    Incentivar el análisis y la actitud creativa.

Metodología

El trabajo con los alumnos parte desde la perspectiva que el espacio teatral, no es solo el espacio escénico, sino una actitud social, la presentación de las obras estarán acompañadas de una actividad previa y
posterior en las escuelas, a partir de cartillas y material didácticos que se entregarán a los profesores. Después de cada función se establecerá un debate con la participación de los actores, especialistas del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y especialistas en Teatro.

Siguiendo a las experiencias que tenemos como referentes, si bien la actividad previa busca involucrar personalmente al alumno con el espectáculo, esto se hará “sin develar el contenido del espectáculo, sólo
a los efectos de la ‘motivación’, tan necesaria para cualquier actividad educativa, y artístico-educativa en este caso”. Es preciso que el teatro se presente al público no iniciado como un hecho estético y como un hecho
creativo; o sea, desde la emoción estética y el divertimento.

La experiencia realizada en Buenos Aires por Ana Durán y Sonia Jarolavski revela que los jóvenes “están mucho más cerca del lenguaje del teatro independiente que un adulto”, que en el ámbito de las escuelas “son más valoradas las obras que están en cartel que hechas ad hoc para escuelas, que aprovechan más la experiencia si realizan alguna actividad intelectual vinculada al espectáculo que van a ver y “que les interesa mucho más aquellos lenguajes experimentales que los convencionales aunque no hayan ido nunca al teatro”.

El teatro independiente

El término de Teatro Independiente surgió en Argentina por los años ’30, como una alternativa frente a la producción de obras en serie con una marcada intención comercial. Históricamente el teatro independiente se caracterizó por la preocupación estética y social y por su sensibilidad vanguardista. La actual crisis del sistema de consumo, podría pensarse como una oportunidad para atraer al público joven a los valores artísticos y sociales que esta forma de pensar el teatro ha sostenido como resistencia ante la agudización del mercado y la aculturación.

En Salta, podría afirmarse que más del 90% de la producción teatral responde a los presupuestos del teatro independiente. Sin embargo, muchas veces estos grupos se ven limitado a los subsidios o a los presupuestos
estatales para poder mantener una obra en escena, sin  poder apelar a un público habitual y en constante renovación.

En este sentido, la Escuela de Espectadores no se proyecta únicamente sobre el público, la incidencia hacia el interior de la producción teatral salteña será también fundamental. La formación del público conlleva una
relación con él, donde el teatrista ha de reconocerse y su trabajo cobra su verdadero sentido. La Escuela de Espectadores  contribuirá si dudas a consolidar la infraestructura del teatro independiente.

Un homenaje a Salo Lisé

Actor, dramaturgo, director y formador de actores, Salo Lisé (1924-2004) es un nombre fundacional dentro del movimiento teatral salteño que marcó una renovación. Comenzó su carrera en los años ’50 y dirigió y actuó hasta 1991, año en que condujo al elenco del Teatro Estable de Tucumán. En esa misma ciudad había fundado el grupo teatral de la Asociación Cultural Israelita (ACIT) y la Escuela de Teatro Peña El Cardón.

Sus puestas y adaptaciones marcaron un hito en la escena salteña. En 1964 llevó a escena Automación, melodrama basado en La máquina de sumar de Elmer Rice; y que lo tuvo como adaptador, director y actor. Una de las críticas que valoró el espectáculo, fue la del ex integrante de Phersu, Raúl Aráoz Anzoátegui. En 1969 Fundó el Grupo de Arte Dramático (GAD), sumando entre sus filas actores del Teatro Estudio Phersu como María Delia Vargas, Jorge Cabrera y Claudio García Bes. El GAD abrió su ciclo con la emblemática obra ¿Y usted cómo lo llamaría?

En Obras escogidas, libro publicado en 1996, aparecen dos obras: Techos rojos para zapatitos blancos (1974), y La tenebrosa orilla del pensamiento o el drama de Baruch D’ Spinoza (1994). También escribió poemas y la novela De rancia estirpe.

En Historia del teatro argentino en las provincias, Osvaldo Pelletieri, resume el espíritu artístico y la obra de Salo con palabras de su hija, Gloria Lisé:

El objetivo que llevó a Salo a elegir cada una de las piezas que ofreció, el fin último que lo impulsó a hacer teatro toda su vida: sacudir la modorra del alma de su interlocutor, tomar de los brazos al espectador
como quien sacude a un niño, abofetearlo, si fuera necesario para que despierte y se le caigan los prejuicios y mezquindades como a quien se le cae una sábana de la cara y ve la luz aunque al inicio le queme las
pupilas.

Funcionamiento de la Escuela

Las funciones se desarrollarán todos los martes en la Casa de la Cultura, Caseros 460, en horario vespertino a convenir, previa inscripción de los interesados.

Informes e inscripciones: Instituto Nacional del Teatro – Representación
Salta. Teléfono 4220046. Correo electrónico: salta@inteatro.gov.ar

Coordinadores:
Idangel Betancourt. Teléfono: 154208582. Correo electrónico:
idangel@gmail.com
Germán Tolaba. Teléfono: 4913156. Correo electrónico: germanluz@argentina.com

 

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