Sistema de alerta y alarma

09/03/2009

Desde el verano de 2008 la Subsecretaría de Defensa Civil, dependiente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos,  viene realizando análisis de situaciones puntuales que ocasionan emergencias y desastres repetidos en toda la provincia de Salta.

Un seguimiento de registros referidos a la cuenca del Pilcomayo permitió establecer un sistema de alerta y alarma que se hace necesario perfeccionar, pero que permite anticiparse con alrededor de 24 horas a situaciones comprometidas en la cuenca del Pilcomayo.
De esta forma, se informa a los organismos que intervienen en la asistencia social de la emergencia que se preparen para asistir a la población en mayor situación de riesgo con la mayor eficacia posible.
En la reciente crecida del río Pilcomayo se pudo percibir claramente que el 28 de febrero la crecida se inició en Villamontes (última estación de aforo en Bolivia) y cómo repercutió el 1 de marzo de 2009 con su pico máximo a las 20 horas en Misión La Paz, primera estación de aforo en territorio argentino.
Es importante destacar que esta creciente tuvo una magnitud similar a otras ocurridas durante el año 2008, que mantuvieron inundada localidades como Santa María y ocasionaron un aislamiento permanente de la zona. 
En la actualidad, la Provincia ejecutó obras de defensas y mejoras en la ruta 54, a través de la Secretaría de Obras Públicas, Dirección de Vialidad y Recursos Hídricos que disminuyó sensiblemente el problema ante las crecientes.  Esta nueva circunstancia permite disminuir la exposición de la población objeto y reducir los tiempos de recuperación en caso de desbordes del Pilcomayo.
Desde el Gobierno provincial se dieron directivas puntuales para  trabajar en el sentido de una política de reducción de riesgos como la establecida oportunamente en la Declaración de Hyogo para el decenio 2005-2015 y el aumento de la Resiliencia (capacidad humana para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y salir de ellas fortalecido o incluso transformado) de las comunidades ante a los desastres.
De esta forma se logrará “una considerable reducción de las perdidas causadas por los desastres, en las vidas y los bienes sociales, económicos y ambientales de las comunidades y países para el 2015”

Para ello se trazaron tres objetivos estratégicos

Programación del desarrollo sostenible a todo nivel, con especial énfasis en la mitigación y preparación de desastres, al igual que la reducción de la vulnerabilidad;
Desarrollo y fortalecimiento de aquellas instituciones, mecanismos y capacidades a todo nivel, en particular en el ámbito comunitario, que pueda contribuir a desarrollar una mayor resiliencia ante las amenazas;
La incorporación sistemática de los enfoques para la reducción del riesgo en el diseño e implementación de programas de preparación, respuesta y recuperación de emergencias para la reconstrucción de las comunidades afectadas.

 

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